La Mejor Inversión

El ambiente reinante por estos días es el propio al del inicio de actividades educativas anuales, el cual y tal como en todos los años participamos en mayor o menor medida y nos vemos afectos a todo el esfuerzo, no solo económico, que demanda el envió de nuestros vástagos o protegidos a sus respectivos centros de instrucción, y es propio de este ambiente el quejarnos, entre otras cosas, de los nuevos precios, de los nuevos costos o de los requerimientos que este propósito demanda, etc.. En fin será durante una temporada el tema recurrente de conversación en casi todos los círculos, pero de lo que si estoy seguro es de que nadie cuestionara ni tendrá la menor duda de lo necesario, beneficioso y justificado que este esfuerzo habrá de resultar para todos.

El párrafo anterior me permite colegir junto a usted amigo en que todo esfuerzo por el desarrollo y educación de las personas es la mejor “inversión” que podamos hacer y que nadie duda ni discute esta aseveración.

Ahora y con el convencimiento de estar de acuerdo con usted y tomando como premisa lo establecido líneas atrás enfoquemos el problema del tránsito y transporte de nuestra ciudad, sobre todo dándole especial atención a los taxistas quienes por su desmesurado número constituyen la parte gruesa del problema. Estos sumados a los mototaxistas  constituyen según estimaciones alrededor de 385,000 seres humanos. Esto hace que al referirnos al tema del tránsito en nuestra ciudad no estemos hablando solamente de un problema urbano o técnico sino que hablamos de un problema mucho más importante como lo es un problema de índole social y que para su verdadera y real solución estamos obligados a respetar y a tomar en cuenta el impacto social de las medidas por implantar. No bastará por tanto la construcción de obras de infraestructura o la elaboración de nuevas leyes o normativa para su resolución sino que tendremos que hacer uso de nuestro tan mentado ingenio y creatividad para llegar a una solución aceptablemente eficiente.

La nuestra es una ciudad que creció huérfana de cualquier política de planeación y presa del más absoluto y total desorden es por ello que cualquier inversión que hagamos en infraestructura caerá inevitablemente en convertirse, en el mejor de los casos, en una solución momentánea, con lo cual finalmente terminara contribuyendo en aumentar el tamaño de este monstruo que caotiza nuestras existencias. Es por ello la importancia de una reforma estructural y planificada de nuestra ciudad dentro del marco de una política de largo plazo y proyectada para una larga duración y vigencia donde el principal objetivo sea el de servir eficientemente a sus habitantes.

Por otro lado no necesitamos dos dedos de frente para deducir que sucedería de reducir mediante normas o leyes a este voluminoso número de trabajadores, pero si estoy seguro es de que muchos de estos, hoy trabajadores, en su desesperación pasaran lamentablemente a engrosar las filas de la delincuencia, misma que con su ya actual volumen viene causando estragos y desazón entre todos nosotros. Y que también contribuirá al fortalecimiento de otra lacra social que nos embate “la corrupción”.

Es por lo anteriormente expuesto de manera muy somera que la propuesta de solución que planteo para el problema del tránsito de nuestra ciudad es novedosa por que tiene como ejes principales de impulso el uso de herramientas e instrumentos propios de la gestión de recursos humanos y en segundo lugar de la tecnología, ambas disciplinas destinadas al bienestar y confort de nuestra especie.

Principalmente mi propuesta consta entre otros en la centralización de todo el servicio de taxi en una única central que comande y coordine todas las transacciones de este servicio para la ciudad, mediante esta acción se suprimirá el recorrido que hacen por las calles los taxis vacios cuando estén en búsqueda de pasajeros contribuyendo de esta manera en la reducción de vehículos circulando por la ciudad (para mayor detalle ver primer artículo en este blog), habrá un mejor control para la seguridad tanto de taxistas como de sus pasajeros puesto que habrá un registro de cada transacción de servicio, informando tanto al pasajero como al taxista los detalles propios del servicio; además se estaría suprimiendo con ello el riesgo personal y la distorsión en el transito que producen el salir a tomar un taxi a la avenida o calle como actualmente se usa. Hasta aquí no hay nada nuevo e innovador en mi propuesta,  pues como cualquiera pudo darse cuenta se trata de una central de taxi solo que en grande. Donde esta lo realmente nuevo para nuestro medio es la concientización de nuestros taxistas en las ventajas de la adopción de una buena política de calidad que no solo implique su ámbito laboral sino también el personal, en la imperiosa necesidad de adoptar todos y cada uno de ellos con beneficios laborales elementales de calidad; como lo son el de salud para él y su familia y el previsional.

Es importante ser absolutamente sinceros y reconocer que la necesidad de reducir el número de taxistas en Lima es real,  pero esta reducción se debe hacer reorientándolos inicialmente a actividades económicas que sean afines al servicio de taxis o enfocadas a atender las necesidades personales de aquellos que se dedican a esta actividad. Ampliando la gama de servicios y desarrollando nuevos productos que ofrecer explotando las capacidades adquiridas y/o el número de miembros que constituye el gremio el cual tiene potencialmente una capacidad de cobertura sin igual en ninguna ciudad del mundo. Todo esto solo será viable y tendrá posibilidad de éxito si y solo si se desarrolla dentro del marco de la política de calidad mencionada y mediante la capacitación y actualización permanente de los integrantes de este gremio con el beneficio que esto representara no solo para este importante número de conciudadanos sino para nuestra querida ciudad tal como concordamos al inicio del presente artículo pues la mejor inversión es y será la que se hace en la educación y desarrollo de las personas de nuestro pueblo pues ello nos dará capacidad de ir más rápido y seguros en el camino hacia el verdadero desarrollo.